Por un lado esta esa calmada vida, esa vida muy serena, muy estable… esa vida que me gusta porque me da seguridad, pero que no alimenta mi espíritu aventurero, porque a todo me dice que no… su seguridad no me garantiza que seré feliz sin dejarme llevar por mi espontaneidad… Esta mi otro lado loco, aventurero, ese que me invita a disfrutar de cada momento, ese que satisface ese espíritu reprimido de aventura, que me hace sonreír cada vez que la lluvia rosa mi cuerpo, que hace que viviré con la brisa del viento, esa que viene y va y que no se detiene y no me garantiza la tranquilidad en tiempos de inseguridad…
Hoy no siento un equilibrio, es imposible poder unirlos como yo quisiera, uno no se complementa con lo otro y odiaría escoger… esas son mis posibilidades…
