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La espera tenia recompensa pensé. Todo el día en un cuarto esperando mi destino pues toda la noche soñé en tal encuentro… pues el momento llego cuando la recepcionista pronuncio tu nombre. Que iba yo hacer? ¿Cómo iba yo a reaccionar? Topaste la puerta y entraste con maletas en mano, no quería prender la luz pues estaba tan cohibida de la emoción, un hola me trajo de nuevo a tierra firme y sentí tu cuerpo tibio cerca al mío y me reconforto…
El viaje hacia ese lugar no fue tan clamoroso como lo hubiera deseado, pero tu compañía, tus besos y tu forma de mirarme hacían que olvidara la incomodidad del lugar pues esos ojos tan negros tienen un brillo muy especial, y el paisaje le daba un contraste muy particular a nuestro momento. No me podía imaginar siquiera el como yo, tan consecuente de mis actos pude aceptar tal proposición, seria que realmente el impacto fue mutuo…
La hora, el espacio y el lugar, lo que debía y no debía el limite entre lo real y l no permitido empezó a romperse cuando decidiste besarme así… con dulzura sutileza y pasión, no necesitaste tocar más de lo permitido para permitirte entrar justo donde no debías, pero era tarde ya para detenerte, para detenerme, para salir corriendo y decir basta!
Nosotros contrastábamos perfectamente, una mescla de colores y melodías que nos hacían olvidar que el mundo real estaba a 3 metros de nosotros, era tan dulce el pecado que el sabor salado del sudor intensificaba mas las sensación de desvergüenza y sin razón…
Recuerdo aquel día como el día en que yo no era yo, como el que tu no eras tu, como el día en que fuimos tu y yo sin ser tu y yo… ahora te veo y soy diferente, ahora siento que me he superado en muchas cosa, pero ahora cuando te veo, las mejillas seme sonrojan y no se que hacer, la timidez me gana y aquella chica que conociste en aquel lugar ya no esta…
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